Beato Fra Angelico de Fiesole

 

                                                       Pintor Dominico. 1455.

Pintor famoso de la escuela Florentina, nacido cerca de Castello di Vicchio en la provincia de Mugello, Tuscany en 1387 y murió en Roma en 1455. Fue bautizado como Guido, y el apellido de su padre que era Pietro. Era conocido como Guido o Guidolino, di Pietro, pero su nombre completo hoy en día es el del “Bendito Fra Angélico Giovanni da Fiesole”.

Él y su supuesto hermano menor, Fray Benedetto da Fiesole, o da Mugello, se unieron a la Orden de los Predicadores en 1407, ingresando al convento Dominico en Fiesole. Giovanni tenía 20 años de edad cuando ambos empezaron sus carreras artísticas como ilustradores de manuscritos, y Fray Benedetto que tenía considerable talento como iluminador y miniaturista ayudaba a su más célebre hermano en sus famosos frescos en el convento de San Marcos en Florencia. Fray Benedetto fue Superior por algunos años en San Dominico en Fiesole hasta antes de su muerte en 1448.

Fray Angélico, que durante una residencia en Foligno quedó bajo la influencia de Giotto, pronto se graduó de la iluminación de misales y libros de coro a la destacable labor de pintor de imágenes religiosas, que glorificaron la original naturalidad de sus tipos con peculiar y piadoso misticismo. Estaba convencido que para retratar a Cristo, uno necesitaba ser como Cristo, y Vasari decía que él oraba antes de comenzar sus pinturas.

En la cuenta de la lucha por el trono pontificio entre Gregorio XII, Benedicto XIII y Alejandro V, siendo Fray Giovanni y su hermano, partidarios del primero, tuvieron que abandonar Fiesole en 1409, tomando refugio en el convento de su Orden, establecido en Foligno en Umbría. Cuando la peste devastó ese lugar en 1414, los hermanos se fueron a Cortona, donde pasaron 4 años y luego regresaron a Fiesole. Ahí Fray Angélico se quedó por 16 años. Fue invitado a Florencia para decorar el nuevo Convento de San Marco que acababa de ser asignado a su Orden y del que Cosme de Medici era un generoso patrón. En Cortona se encuentran algunas de sus mejores obras.

Fue en Florencia sin embargo donde pasó 9 años que pintó sus mejores obras. En 1445, el Papa Eugenio IV invitó a Fray Angélico a Roma y le dio trabajo en el Vaticano, donde pintó para él y para su sucesor el Papa Nicolás V, los frescos de dos capillas. Aquel de la Capilla del Sacramento, en el Vaticano, fue destruido más adelante por Paulo III. Eugenio IV le pidió que fuera a Orvieto para trabajar en la capilla de la Madonna de San Brizio en la Catedral. Comenzó esta obra en 1447, pero no la terminó, regresando a Roma en el otoño de ese año. Muchos años después la capilla fue terminada por Luca Signorelli. Se dice que el Papa Eugenio le ofreció al pintor el puesto de Arzobispo de Florencia, al cual a través de su modestia y devoción a su arte, él declinó.

Entre las obras importantes de sus comienzos se cuentan la Madonna de la Estrella (1428-1433, San Marcos, Florencia), el Retablo de Fiesole (aún conservado en dicho convento, si bien muy modificado por Lorenzo di Credi) y su predela, Cristo en la gloria rodeado de santos y de ángeles (National Gallery, Londres), en la cual aparecen pintadas más de 250 figuras diferentes. También a ese periodo pertenecen dos obras tituladas La coronación de la Virgen (San Marcos y Museo del Louvre, París) y El juicio universal (San Marcos). La madurez de su estilo se aprecia por primera vez en la Madonna dei Linaioli (1433, San Marcos), en donde pinta una serie de doce ángeles tocando instrumentos musicales. En 1436, los dominicos de Fiesole se trasladaron al convento de San Marcos de Florencia que acababa de ser reconstruido por Michelozzo. Fray Angélico, sirviéndose a veces de ayudantes, pintó numerosos frescos en el claustro, la sala capitular y las entradas a las veinte celdas de los frailes de los corredores superiores. Los más impresionantes son La crucifixión, Cristo peregrino y La transfiguración. El retablo que hizo para San Marcos (1439) es una de las primeras representaciones de lo que se conoce como sacra conversación: la Virgen acompañada de ángeles y santos que parecen compartir un espacio común. Allí pintó una Anunciación.


Sus últimas obras importantes, los frescos realizados en el Palacio Apostólico para decorar la Capilla Nicolina, representan episodios de las vidas de San Lorenzo y de San Esteban (1447-1449), y probablemente hayan sido pintados por ayudantes a partir de diseños del maestro. Desde 1449 hasta 1452, fray Angélico fue el prior de su convento de Fiesole. Su último encargo fue la decoración con frescos del claustro del Convento de Santa María sobre Minerva, que era el principal convento dominico de Roma. El programa iconográfico fue diseñado por Juan de Torquemada, al cual fray Angélico ya conocía desde la estancia de este en Florencia en la década de 1430. Estas pinturas no se han conservado.​ Murió en aquel convento el 18 de febrero de 1455 y fue enterrado en una capilla de la basílica.


Comentarios

Entradas populares