San Bavón de Gante
Conde de Heybaye. Confesor. 659.
Bavón era Conde de Hesbaye y nació en Bravante, cerca de Lieja (Bélgica), en el año 589. Su padre fue Pipino de Landen, mayordomo del palacio de Austrasia y fundador de la dinastía de los Pipínidas.
Se casó con la hija del Conde merovingio Adilone, con la que tuvo una hija de nombre Agletrude. Llevaba una vida despreocupada, como rico terrateniente. Su comportamiento era totalmente desordenado, su único objetivo era el de satisfacer sus deseos sin tener en cuenta la justicia ni la verdad.
Cuando necesitaba dinero, vendía a sus criados como siervos a los terratenientes vecinos. Cuando muere su joven esposa, Bavón se siente culpable de esta desgracia, no sabemos por qué. Allí interrumpe su vida disoluta y cae presa de una crisis moral, que fue el punto de partida de su conversión.
Por entonces San Armando estaba predicando en la región de Gante. Bavón, después de oír uno de sus sermones, se le acercó, y por consejo suyo, se desprendió de todos sus bienes, incluso de la propiedad que poseía en Gante, que entregó a San Armando, que construyó allí un Monasterio.
Bavón entró allí como religioso. Tan grandes fueron las mortificaciones que se impuso para purgar sus pecados, que después de su muerte, el nombre de la Abadía se cambió de San Pedro a San Bavón.
En cierta ocasión, para hacer penitencia por haber vendido a un hombre como esclavo, hizo que éste le condujese encadenado a la prisión de la localidad.
Convertido en discípulo del santo misionero, lo siguió en sus peregrinaciones apostólicas. Después de un cierto tiempo, encontrando que las austeridades de la vida monástica no eran suficientes para satisfacer sus deseos de disciplinar el cuerpo con el que había sido tan indulgente, volvió a Gantes, donde, con el consentimiento de San Armando, construyó una pequeña celda, donde llevó una vida eremítica y ascética hasta el momento de su muerte, unos tres años después, alrededor del año 659. Fue sepultado en el Monasterio de Gantes.
Actualmente sus reliquias se conservan parte en la Catedral de Gantes y parte en la Abadía benedictina de Nesle-la-Reposte, lugar en donde se refugiaron los monjes huyendo de la invasión normanda, alrededor del año 882.
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