Santos Cirilo y Metodio

 

                                             Obispos. Apóstoles de los Eslavos. 885.

 Estos hermanos, los Apóstoles de los Eslavos, nacieron en Tesalónica (Grecia), en los años 827 y 826 respectivamente. Aunque perteneciendo a una familia senatorial renunciaron al honor secular y se volvieron sacerdotes.

Son hijos de padre bizantino y madre griega. Se los considera inventores y expansores del alfabeto glagolítico, usado en manuscritos eslavos antes del desarrollo del alfabeto cirílico, derivado del alfabeto griego con elementos de los alfabetos copto y hebreo, que a su vez sigue utilizándose en varias lenguas eslavas.

Tras la muerte de su padre, Cirilo se marchó a Constantinopla, la capital del Imperio bizantino, en cuya universidad imperial estudió y donde se relacionó con ilustres educadores. Ocupó el cargo de bibliotecario de la basílica de Santa Sofía, el edificio eclesiástico de mayor importancia en Oriente, y posteriormente fue profesor de Filosofía. De hecho, sus logros académicos lo hicieron ganarse el apelativo de Filósofo. 


Mientras tanto, Metodio emprendió la misma carrera que su padre: la administración política. Alcanzó el cargo de arconte (es decir, gobernador) de una provincia bizantina fronteriza en la que vivían muchos eslavos. Pero se retiró a un monasterio de Bitinia (Asia Menor), donde se le unió Cirilo en 855. 

En 860, el Patriarca de Constantinopla envió a los dos hermanos a cumplir una misión en el extranjero entre los jázaros, pueblo que moraba al nordeste del mar Negro y que aún dudaba entre el Islam, el judaísmo y el cristianismo.


 Antes de llegar a su destino, Cirilo se quedó durante algún tiempo en Quersoneso (Crimea), donde, en opinión de algunos especialistas, aprendió hebreo y samaritano, y tradujo una gramática hebrea al idioma de los jázaros. Nuestra nación está bautizada, pero todavía carece de maestros. No entendemos ni el griego ni el latín. [...] No entendemos los caracteres escritos ni su significado; enviadnos maestros que nos enseñen las palabras de las Escrituras y su sentido.” escribió Ratislav I, Príncipe de Moravia en el año 862. Fueron invitados por el Príncipe Ratislav I para propagar el cristianismo en lengua eslava en la Gran Moravia, cosa que hicieron hasta sus muertes, en 869 (Cirilo en Roma) y 885 (Metodio en Gran Moravia), respectivamente.


Para llevar a cabo su misión, y gracias a los conocimientos de la lengua eslava que tenían (su madre era búlgara), desarrollaron la escritura glagolítica, mediante la cual tradujeron las Sagradas Escrituras al antiguo eslavo eclesiástico. El Papa Adriano II otorgó en 867 una bula por la que se reconocía el uso del antiguo eslavo eclesiástico en la liturgia. Este idioma, tras evolucionar en eslavo eclesiástico, se sigue usando en la liturgia de varias iglesias ortodoxas eslavas.


Posteriormente, los dos religiosos continuaron su viaje convirtiéndose en los primeros maestros de la doctrina cristiana para el Gran Príncipe Géza de Hungría, quien era aún pagano. Si bien el primer acercamiento fue con doctos ortodoxos, posteriormente los húngaros se cristianizarían bajo la fe católica, tras la iniciativa de Otón III del Sacro Imperio Romano Germánico y la actividad evangelizadora de San Adalberto de Praga.


 Ellos fueron a Moravia en 863, y trabajaron durante cuatro años y medio. A pesar de su éxito, fueron considerados por los alemanes con desconfianza, primero porque ellos habían venido de Constantinopla donde el Cisma era corriente, y de nuevo porque ellos sostuvieron los servicios de la Iglesia en el idioma eslavo.


Esta vez los hermanos fueron convocados a Roma por Nicolás I, quién murió, sin embargo, antes de su llegada. Su sucesor, Adrián II, los recibió amablemente. Convencido de su ortodoxia, encomendó su actividad misionera, sancionó la liturgia en eslavo, y ordenó a Cirilo y a Metodio, Obispos. Cirilo, sin embargo, no iba a volver a Moravia. Murió en Roma en febrero del 869.


A la demanda de los Príncipes Moravianos, Rastislav y Svatopluk, y el Príncipe eslavo Kocel de Panonia, el Papa Adrián II formó la Archidiócesis de Moravia y Panonia, haciéndola independiente de la Iglesia alemana, y designando Arzobispo a Metodio.


En 870, el Rey Luis y los Obispos alemanes convocaron a Metodio a un Sínodo en Ratisbona. Aquí él fue depuesto y condenado a la prisión. Después de 3 años fue liberado por orden del Papa Juan VIII y se reintegró como Arzobispo de Moravia.Trabajó celosamente para extender la fe entre los bohemios, y también entre los polacos en Moravia del Norte.


 Pronto, sin embargo, fue llamado de nuevo a Roma a consecuencia de los alegatos del sacerdote alemán Wiching que impugnó su ortodoxia y objetó el uso del eslavo en la liturgia. Pero Juan VIII, después de una pregunta, sancionó la liturgia en eslavo, decretando, sin embargo, que en la misa el evangelio debe leerse primero en latín y después en eslavo. Wiching, entretanto, había sido nombrado uno de los Obispos de Metodio. Él continuó oponiéndose, yendo tan lejos como producir cartas Papales espurias. 



El Papa, sin embargo, le aseguró a Metodio que eran falsas. Fue a Constantinopla aproximadamente en este tiempo, y con la ayuda de varios sacerdotes, completó la traducción de las Santas Escrituras, con la excepción de los Libros de los Macabeos.


 También tradujo el "Nomocanon", es decir la ley eclesiástico-civil griega. Los enemigos de Metodio no dejaron de oponérsele. Su salud estaba gastada del largo forcejeo, y murió en abril de 885, recomendando como su sucesor a Gorazd, un eslavo de Moravia que había sido su discípulo.


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