Beato Vincent o Vicente Kadlubek
Arzobispo
de Gnesen. 1222.
Cronista, nacido en Karnow, Ducado de Sandomir, Polonia en 1160. Hijo de una rica familia polaca, hizo tales progresos en sus estudios que en 1189 podía firmar como “Magister Vincentius”, para ese entonces era Canónigo en Cracovia y Director de la Escuela Catedralicia.
Cuando muere el Obispo Fulk de Cracovia en 1207, el Capítulo votó por Vincent. El Papa Inocencio III aprobó la elección en marzo de 1208, y Vincent fue consagrado por Henry Kielicz, Arzobispo de Gnesen.
Polonia se encontraba entonces en un estado de degradación moral en lo político y lo eclesial, e Inocencio le había pedido al Arzobispo, su compañero de estudios, que llevara a cabo una reforma en el clero y en el pueblo.
Vincent trabajó en armonía con su Metropolitano, y en sus visitas y sermones buscó obedecer las instrucciones del Pontífice. Asistió a los religiosos en su diócesis, e hizo importantes donaciones a los monasterios.
También fue a través de su influencia que en 1214 se restauró la paz entre Andrés de Hungría y Leslek de Polonia, quienes estaban luchando por la posesión de Galicia. En 1218, Vincent envió su renuncia, y después de ser aceptada por Honorio III, ingresó al Monasterio de Jedrzejow.
Tal vez fue entonces cuando empezó a escribir el trabajo histórico que la ganó tanta fama, pues el Beato Vicente fue el primer cronista de Polonia. Los cuatro libros de su obra, "Crónica de los Reyes y Príncipes de Polonia" tiene especial valor por ser el fruto de la experiencia del autor y han sido reeditados repetidas veces, en los tiempos modernos. Sin embargo, por la falta de sentido crítico del beato, los historiadores le han comparado con Godofredo de Monmouth y dicen que "el latín que emplea es detestable".
Fue el primer polaco en recibir el hábito de cisterciense. En su debido momento realizó su profesión, y vivió en el retiro hasta su muerte. En 1764, Clemente XIII ratificó su culto.







Comentarios
Publicar un comentario