San Angel de Sicilia

 

                                                Predicador Carmelita. Mártir. 1220.

No es mucho lo que se sabe críticamente de su vida. San Ángel nació en Jerusalén en el año 1185. Sus padres fueron judíos convertidos al cristianismo gracias a una aparición de la Santísima Virgen. Tuvo un hermano, llamado Juan, que también vistió el hábito de carmelita. 

Desde la infancia mostró extraordinarios dones para lo espiritual y lo intelectual. A los 15 años hablaba ya el griego, el latín y el hebreo. Ingresó en el Carmelo de Palestina.

Ángel vivió en varios conventos de Palestina y del Asia Menor. Recibió muchas gracias del Señor, sobre todo el don de profecía y milagros. Fue un celoso predicador, convirtiendo a muchos miles de infieles a la fe de Jesucristo.

Vivía en el Monte Carmelo y junto con otros carmelitas, por el año 1220, vino a Sicilia.  Vino a Roma en compañía de otros carmelitas procedentes del Monte Carmelo para obtener del Papa Honorio III la aprobación de la regla del Carmen. En la Basílica de San Juan de Letrán se encontró con Santo Domingo de Guzmán y San Francisco de Asís. El santo carmelita predijo las llagas al Seráfico Padre y éste, a su vez, le anunció que pronto moriría mártir de Jesucristo.

Por encargo del Sumo Pontífice, San Ángel predicó por un tiempo en la basílica de San Juan de Letrán (Roma) con abundantes frutos de santidad. Después sería enviado como predicador a Sicilia, con el propósito de aleccionar y convertir a los seguidores del catarismo (herejía que condenaba el sacramento de matrimonio, negaba la resurrección de los muertos y planteaba una comprensión errada de la doctrina moral cristiana). Por otro lado, gracias a su ascendencia judía, logró acercar el Evangelio a muchos miembros de su pueblo original. Incluso se dice que logró la conversión de más de 200 judíos en Palermo.


En Roma desarrolló un ardoroso apostolado y en la ciudad de Ucata (Sicilia-Italia), fue asesinado por los "impíos infieles", en la primera mitad del siglo XIII.  Predicando un día en esta última ciudad, el famoso Berengario, pecador público y de la secta de los cátaros, por odio contra Ángel por haber traído al buen camino a su hermana con quien vivía una relación incestuosa, le asestó cinco estacadas, muriendo poco después, en la primera mitad del siglo XIII.

Por ello la Iglesia y el Carmelo en el pasado lo veneraron como mártir y pronto levantaron en Licata una iglesia en su honor y colocaron su cuerpo sobre el altar. 


 

     

    

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