San Apolonio el Anacoreta
Anacoreta. Mártir. 310.
Vivió en Egipto, tierra en la que floreció la vida eremítica desde los albores del cristianismo. Se retiró al desierto buscando el mayor alejamiento de los hombres para alcanzar la máxima proximidad con Dios.
Pero su fama de santidad hizo que otros muchos cristianos que deseaban una vida de mayor perfección acudiesen a él para pedirle consejo y se instalasen cerca de su refugio.
Tanto acudían a él los cristianos a que les reconfortase durante la persecución de Diocleciano, que acabó mandando allí el Prefecto de Egipto a los soldados para que se lo llevasen preso.
Lo encarceló en la prisión de Antinoo, en la que convirtió a su carcelero Filemón. El Prefecto, airado, mandó tirarlos al mar desde un acantilado.
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