San Vicente de Zaragoza

 

                                            Diácono de Zaragoza. Mártir. 304.

Martirizado bajo Diocleciano en el 304; mencionado en el Martirologio romano junto a San Anastasio el Persa. 

Nació en Zaragoza (España). Su padre fue Eutricio y su madre, Enola, natural de Huesca. Bajo la dirección de Valerio, Obispo de Zaragoza, Vicente hizo grandes progresos en sus estudios. Fue ordenado diácono y comisionado para predicar en la diócesis ya que el Obispo tenía dificultades para hablar. 


Por orden del Gobernador Daciano, él y su Obispo fueron encadenados y llevados a Valencia y estuvieron en prisión durante mucho tiempo. 

Entonces Valerio fue desterrado; pero Vicente fue sometido a crueles tormentos: el potro, la parrilla y la flagelación. 


Fue colocado en una cruz en aspa y después en la catasta, donde le rompieron los huesos, le azotaron, y le abrieron las carnes con uñas de garfios de acero. 


Pero, no pudiendo minar su resistencia, mandó entonces Publio Daciano que fuese desollado y colocado en una parrilla en ascuas. 


Fue encarcelado de nuevo, en una mazmorra. Después fue colocado en una suave y lujosa cama, para quebrar su constancia, pero allí expiró.

Su cuerpo fue echado a un basurero para ser devorado por los buitres, pero fue defendido por un cuervo. 

Daciano lanzó su cuerpo al mar atado a una rueda de piedra de molino, pero volvió a la orilla y fue enterrado por una piadosa viuda. Después que la paz fuera restaurada para la Iglesia, se construyó una capilla sobre sus restos fuera de las murallas de Valencia. 


En 1175 las reliquias fueron llevadas a Lisboa; otros afirman que fueron a Castres en 864. Carmona, Bari, y otras ciudades reclaman tener sus reliquias.

 En el año 542, el rey Childeberto, después de arrebatar la ciudad de Zaragoza a los visigodos, llevó a París el brazo derecho y la estola de San Vicente, y para proteger dichas reliquias hizo edificar un monasterio que más tarde adoptó el nombre de Saint Germain des Prés. El corazón del santo, conservado en un relicario en Dun le Roi, en Berry, fue incinerado por los hu­gonotes en 1562.

                                            Abadía de Saint Germain des Prés (París)

Un brazo de San Vicente se venera desde 1970 en la Catedral de Valencia (España). Fue llevado en aquel año desde Italia donde se encontraba desde la muerte allí, en el siglo XII, por el Obispo de Valencia, Teudovildo, cuando marchaba de peregrinación a Tierra Santa. El prelado llevaba consigo el brazo del protomártir para que le protegiera contra las adversidades del camino y poco antes de morir depositó la reliquia en la Basílica de San Nicolás de la ciudad italiana de Bari.

                                                Reliquia del brazo del mártir en Valencia

A principios del siglo XIX, el brazo pasó al Convento de Santo Domingo del Castillo, en Venecia. Finalmente, en 1948 la reliquia llegó a manos del seglar Pietro Zampieri quien, tras investigar su origen, ofreció años después el traslado de la reliquia vicentina al entonces Arzobispo de Valencia, Monseñor Marcelino Olaechea. No obstante, "pareció prudente condicionar su aceptación definitiva al estudio de su autenticidad histórica, canónica, antropológica y médico-legal", según informó entonces el Arzobispado a través de su Boletín Oficial.


En 1968, distintos exámenes de la reliquia realizados en el Instituto de Cirugía Plástica de la Universidad de Padua arrojaron resultados "positivos y concordes entre sí y con el relato de la pasión y martirio del santo, escrita en el mismo siglo de su muerte". En la investigación intervino un grupo de forenses, catedráticos de Universidades italianas, médicos, sacerdotes y diversos expertos. Los estudios del brazo confirmaron, entre otros extremos, que "carece de dedo pulgar y que la piel que recubre el brazo aparece de color marrón oscuro, por probable carbonización".


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