San Zacarías

 

                                                                  Papa. 752.

Papa N° 91 de la Iglesia Católica. Reinó del 741 al 752. Zacarías provenía de una familia griega que vivía en Calabria. Muy probablemente Zacarías era un diácono de la Iglesia romana y con ese carácter firmó los decretos del Concilio Romano del año 732. 

Sepultado su predecesor, Gregorio III, en 741, enseguida fue electo por unanimidad, consagrado y elevado al trono de Pedro en diciembre del mismo año.

Poco después de su elección mandó informar de ello a Constantinopla. Es de notar que su carta no iba dirigida al Patriarca iconoclasta Anastasio, sino a la Iglesia de Constantinopla. Los enviados del Papa también llevaban una carta para el Emperador Constantino V Coprónimo que había sucedido a León III a la muerte de éste. 


Sin embargo, el cuñado de Constantino, Artabasdo, en el año 742 se levantó en contra del nuevo Emperador y se estableció en Constantinopla, de modo que cuando el enviado Papal llegó a esa ciudad, ya encontró a Artabasdo como gobernante. Hasta el año 743 las cartas papales se fechaban de acuerdo al año del reinado de Constantino V, pero a partir del 744 comenzaron a apegarse al reinado de Artabasdo.

No obstante, los enviados Papales nunca establecieron relaciones cercanas con el usurpador en Constantinopla, a pesar de que este último restableció el culto a las imágenes. Luego que Constantino V recuperó el trono, los enviados del Papa le entregaron las cartas en las que Zacarías lo exhortaba a restablecer la doctrina y la práctica de la Iglesia con relación al culto a las imágenes. El Emperador recibió amigablemente a los Nuncios y entregó a la Iglesia de Roma las poblaciones de Nimfa y Norbia, en Italia, cuyos territorios se extendían hasta el mar.


Al ascender Zacarías al papado, la situación de la ciudad y el Ducado de Roma era muy delicada. Luitprando, Rey de los lombardos, estaba preparando una nueva incursión al territorio romano. 


El Duque Trasamundo de Espoleto, con quien el Papa Gregorio III se había aliado en contra de Luitprando, no respetó su palabra de ayudar a los romanos a reconquistar las ciudades que habían sido tomadas por los lombardos. Como consecuencia, Zacarías abandonó la alianza con Trasamundo y trató de proteger los intereses de Roma y de su territorio usando su influencia personal con Luitprando. Para ello viajó a Terni para entrevistarse con el Rey lombardo, quien lo recibió con todos los honores posibles. Zacarías obtuvo que Luitprando devolviera las ciudades de Ameria, Horta, Polimartium y Blera, y todo el patrimonio de la Iglesia romana que los lombardos se habían llevado como botín durante los 30 años anteriores. También logró una tregua de 20 años entre el Ducado de Roma y los lombardos. Se edificó, además, a nombre de Luitprando, una capilla dedicada al Salvador en la iglesia de San Pedro, en la que se depositaron los documentos que amparaban dichos compromisos.


Al año siguiente, Luitprando se preparó para atacar el territorio de Rávena. El Exarca bizantino y el Arzobispo de Rávena pidieron al Papa Zacarías que interviniera. Éste primero envió mensajeros ante el Rey lombardo, pero como no tuvieron éxito, decidió viajar personalmente a Rávena, y luego a Pavía, para hablar con Luitprando. El Papa llegó a Pavía en la víspera de la fiesta de los Santos Pedro y Pablo. En esa ciudad celebró la vigilia y la fiesta de los Apóstoles y logró convencer al Emperador de que abandonase sus planes de ataque y devolviera el territorio que le pertenecía a la ciudad. 

Poco después murió Luitprando, y Ratchis se convirtió en el nuevo Rey lombardo al derrocar al sucesor de aquél, Hildebrando. Zacarías tenía buenas relaciones con Ratchis, Rey de los longobardos, quien en 749 ratificó el tratado de paz con el Ducado de Roma. Ese mismo año abdicó Ratchis para, junto con su esposa e hija, hacer votos ante el Papa y tomar la vida monacal.

Zacarías trabajó celosamente en la restauración de los templos de Roma, a los que hizo cuantiosos donativos. También restauró el Palacio Lateranense y estableció grandes terrenos como posesión de la Iglesia romana. Trasladó la cabeza del mártir San Jorge, que había sido encontrada al reparar el Palacio de Letrán, al templo de San Jorge en Velabro. 

Era muy caritativo con los pobres, para los que periódicamente destinaba limosnas que eran distribuidas desde el recinto papal. Enterado de que algunos mercaderes venecianos compraban esclavos en Roma para venderlos a los sarracenos en África, el Papa los compró todos, para que ningún cristiano fuera posesión de los paganos. 

Consagró como Rey de los Francos a Pipino el Breve. Fue la primera investidura de un soberano por el Pontífice.

Las relaciones del Papa Zacarías con Constantinopla, donde el Emperador Constantino V sostenía la doctrina iconoclasta, resultaron infructuosas debido a los trastornos políticos de esa ciudad, pero en Occidente, el progreso fue continuo. Se debió, en primer lugar, a San Bonifacio, con quien el Papa se mantuvo en contacto y a quien alentó vigorosamente. 

En este tiempo, el poder de los Reyes merovingios estaba totalmente en poder de los grandes de palacio y, en el año 751, Pipino el Breve envió un embajador al Papa, preguntándole si no pensaba que debía ser Rey aquél que ejerciera el mando supremo. Zacarías, con igual diplomacia, contestó que esa era su opinión y Pipino, en consecuencia, fue elegido Rey de Soissons y ungido por el Legado Papal, San Bonifacio. Este acontecimiento revistió mucha importancia, tanto para el Papado como para el poder secular.


 En medio de sus múltiples actividades, el Papa Zacarías encontró tiempo para traducir al griego los "Diálogos" de San Gregorio; estaba siempre al pendiente de los pobres y oprimidos; les proporcionó un hogar a los monjes expulsados de Constantinopla por los iconoclastas; pagó el rescate en el mercado romano por algunos esclavos que, de otra suerte, habrían sido vendidos a los sarracenos por los venecianos; al principio de su pontificado, amenazó con la excomunión a aquellos que vendieran esclavos cristianos a los judíos. Zacarías fue venerado como santo, inmediatamente después de su muerte, que aconteció en marzo de 752.



Comentarios

Entradas populares